miércoles, 28 de septiembre de 2011

EL AMOR COMO MÉTODO PARA LA VIDA




El niño ha de trabajar, de andar, de estudiar, de ser fuerte, de ser hermoso: el niño puede hacerse hermoso aunque sea feo; un niño bueno, inteligente y aseado es siempre hermoso”. José Martí.


En la obra y la acción de José Martí se destaca el amor no como absoluto, no como panacea universal. En la mayor parte de sus escritos el amor está como método, como camino que se contrapone al de la opresión, al del dominio de unos hombres sobre otros.


En sus escritos sobre Bronson Alcott expresa: “El amor es el lazo de los hombres, el modo de enseñar y el centro del mundo…” El amor en lugar del autoritarismo, no es la sustitución de un poder por otro, él va mucho más allá, busca la felicidad. No se trata de dominar a nadie, ni hombre, ni naturaleza en nombre de nadie se trata de explicar la necesidad que tienen los seres humanos de multiplicar el amor.


Habla de un amor referido a las más anchas realidades y dimensiones de lo humano. El amor es más fuerte y poderoso que el odio y, finalmente, que toda injusticia e inequidad, el amor que no tiene que ver con el dominio sino con la comprensión y la ternura, así escribe: “…por el amor sincero y continuo, han de resolverse, y si no, no se han de resolver, los problemas que han anudado el odio… El amor como principio y método para la labor educativa es parte consustancial a la obra de José Martí, lo cual deviene en postulado para la actuación de los educadores en cada subsistema de educación. Todos los seres humanos necesitamos el amor para vivir, para tener calidad de vida.


El amor se vincula estrechamente con el bien, con la justicia, con la amistad, con la paz. Es así que José Martí escribe: “...mientras haya un bien que hacer, un derecho que defender, un libro sano y fuerte que leer, un rincón del monte, una buena mujer, un verdadero amigo, tendrá vigor el corazón sensible para amar y loar lo bello y ordenado de la vida, odiosa a veces por la brutal maldad con que suelen afearla la venganza y la codicia…” Martí señaló, la unidad de estímulos intrínsecos en el cumplimiento del deber social el amor y la belleza como factores que potencian el desarrollo moral, la creatividad, la virtud, el placer de pensar, de conocer, de descubrir, de servir a la patria y el regocijo de sentirse y ser útil, al respecto destaca:


“…Todo ama y todo crece: todo se acerca y todo se comprende, se extienden los brazos y se unifican voluntades, fuerzas de entusiasmo, pensamiento de ternura y sentimientos de amor”.


Estos principios se han trabajado en apretada síntesis, ellos sustentan como pilares fundamentales las ideas educativas de José Martí para Cuba y la América; están estrechamente vinculados con otras categorías, vías y formas de desarrollar el proceso educativo en las escuelas donde se forman los futuros ciudadanos del país.



Posdata...17 de enero 2010



Mi amiga del otro lado: María Eugenia Alfonso Gracía



Tesis Doctoral: Las Claves Pedagògicas Presentes en la Edad de Oro.









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