Aproximación
a Camila Henríquez Ureña (1894-1973)
Conferencia de la Dra. Carmen Durán
La aproximación a esta destacada
intelectual dominicana cobra hoy un particular interés, esto así porque para la
relectura y reescritura de la historia dominicana desde la perspectiva de
rescatar y valorar los aportes de las dominicanas al pensamiento social, a la
construcción de la nación y al desarrollo de la cultura en sentido amplio, es
preciso ir identificando a través de esos aportes, el imperativo propósito de
superar la invisibilidad de las mujeres en la historia.
Camila Salomé
Henríquez Ureña, nació el 9 de abril de 1894, fue la única hija de Salomé
Ureña, fue una niña prematura, ya que su
madre estaba amenazada por la cruel enfermedad que le arrancó la vida en 1897;
su padre Francisco Henríquez y Carvajal creyó que no viviría, pues era
pequeñísima y apenas respiraba. Esa especial circunstancia hizo que la pequeña
estuviera bajo el cuidado de su tía y de su padre.
Camila Salomé
sufrió los mismos avatares que su familia, las intrigas políticas y las
circunstancias muy especiales de inicios del siglo XX. En 1904 la familia
compuesta por ella sus hermanos Francisco, Pedro y Max Henríquez Ureña se
instala en Santiago de Cuba; allí cursó estudios de bachillerato y
universitarios.
Entre los años de
1916-1921 viajó a Estados Unidos; tomó cursos en la Universidad de Minesota, en
la que posteriormente ocupó una cátedra .Se graduó de Doctora en Filosofía y
Letras y en Pedagogía en la Universidad de La Habana. Cursó estudios en
Columbia University y en la Sorbonne de París.
La inagotable labor
educativa y cultural de Camila Salomé comenzóó en la década de los años veinte
en Cuba, presidió la sociedad femenina Lyceum, fue
miembra fundadora de la Institución Hispano-Cubana de Cultura en La Habana, ocupó
una cátedra en la Escuela Normal de
Maestros de Santiago de Cuba. Entre los años de 1941 y 1960 año en que regresó
a Cuba, viajó por varios países de América Latina, Estados Unidos y Europa.
Acceder a Camila Henríquez Ureña, presentar unas líneas de su personalidad
que abarquen la dimensión poliédrica de su obra, de su labor, de su
personalidad, acceder a ella como ensayista, crítica literaria, pedagoga, feminista,
humanista, mujer en la plenitud de sus aportaciones a la cultura caribeña, latinoamericana
y universal .Llegar a Camila a través de Hostos y de Salomé es un reencuentro
con las raíces que hoyaron muy dentro de su espíritu y de sus convicciones.
Precursora
del feminismo, a través de un importante estudio socio-histórico y cultural
sobre la condición de la mujer, pronunció una disertación en 1939,donde entre
otras consideraciones plantea que:”La pugna entre las dos mitades de la
humanidad obedece a motivos de tal complejidad, comprende tan múltiples y
varios aspectos, que no existe manifestación vital en la cual no se deje sentir, y tratar de interpretarla
y de exponer su desenvolvimiento en breves palabras es intentar al par el análisis
y la síntesis de toda la existencia de la humanidad.
La historia del
feminismo no es sino el lado femenino de esa cuestión eterna, y por lo tanto es
la historia de una lucha entre partes muy desiguales,
porque como quiera que
consideremos el problema, tenemos que partir del hecho incontrovertible de que
la mitad femenina del mundo se ha encontrado siempre en condiciones de
inferioridad respecto de la otra mitad masculina. El problema vital de la mujer
es doble. Toda la historia de la humanidad es la historia de luchas: el hombre
ha batallado siempre por mejorar las condiciones de su existencia, y la mujer,
fatal aunque no siempre conscientemente, ha tomado parte en esa lucha general
contra la enfermedad, la guerra, el hambre, la esclavitud, la miseria y la muerte,
lote común de todos los seres humanos. Pero al mismo tiempo se ha enfrentado al
varón por los problemas específicos de su sexo; problemas biológicos y
problemas que le ha creado la condición social que le ha sida impuesta.
Entre los escritos más notables de Camila, figuran: Las
ideas pedagógicas de Hostos y otros escritos, Estudios y Conferencias, Obras y
Apuntes, recopilación de los más importantes textos que versan sobre diversos
temas tratados magistralmente por esta brillante intelectual dominicana de
quien nos dice Mirtha Aguirre: ’’…Camila Henríquez Ureña, que sabía crear
grandes cariños en torno a su persona, inspiraba, sobre todo, respeto. Modesta
y sencilla hasta lo increíble, lograba en su claustro universitario, por
acatamiento de todos, que la cabecera estuviera siempre donde ella se sentaba (…)
Esta estudiosa de buena pluma era enemiga de publicaciones. Sí se podía
conseguir de ella conferencias y posterior autorización para su inclusión en
revistas o folletos útiles a los estudiantes. Nadie pudo convencerla jamás de
que debía editar libros. A su juicio había ya muchos y muy buenos sobre las
cosas a las que ella se dedicaba. Fue este uno de los pocos errores que cometió
en su vida’’
Camila fue una
abanderada de la causa de la mujer y de la cultura, un ser sensible y
extraordinariamente humana. Revelación de esa enorme calidad humana es la
experiencia por ella vivida cuando al ser detenida por razones políticas en el
año 1935 compartió con las reclusas de la cárcel de Guanabacoa a las que
impartió clases y lecturas y donde contribuyó a la organización de la
Biblioteca Nacional de Mujeres, en su motivación sobre la importancia de los
libros nos dice:’ No piensen ustedes que solo se habla en los libros de héroes
poderosos y felices. Los libros exponen también los sufrimientos y las injusticias,
y nos animan a buscar el camino para remediarlas, nos anuncian un futuro mejor.
Además la vida de los libros es más larga que nuestra vida…”
Esta exquisita
dominicana, que resulta desconocida para muchas y muchos dominicanos, nos
convoca hoy en el ciento veinte aniversario de su nacimiento a abrevar en la
fuente de la cultura como vía de superación. En el ensayo’’ Mujer y Cultura’’, escrito
en 1939, expone notables consideraciones en torno a la cultura y a las mujeres
en búsqueda de la identidad de género. Camila revela profundas reflexiones
sobre la problemática de las mujeres y su traumático tránsito por los senderos
de la cultura, los que ha tenido que trillar muy cuesta arriba, ingeniándose
estrategias para hacer valer su condición de ser pensante.
El ministerio de la
Mujer hace significativa esta fecha y reconoce en esta dominicana uno de los
valores intelectuales femeninos más notables del siglo veinte. Con ella decimos:’
La época que nos toca vivir es la de derribar barreras, de flanquear obstáculos,
de demoler para que se construya, luego, en todos los aspectos de la vida de
relación entre los seres humanos.’’
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