martes, 3 de marzo de 2009

Expansión Norteamericana hacia el Caribe



El imperio norteamericano inició a principio del siglo XX una política de expansión hacia América Latina y el Caribe inspirada en La Doctrina de Monroe creada por James Monroe cuyo slogan fue:”América para los americanos”. Esta doctrina fue concebida como una proclama de los Estados Unidos, de su oposición al colonialismo ante las pretensiones de los anglosajones y sus descendientes de imponerse en toda América y hacerse responsables de sus recursos, justificando el desplazamiento.

El apogeo de las intervenciones militares directas de Norteamérica en el Caribe duró desde 1898 hasta la década de los cincuenta, siendo significativas las que realizan en países como Cuba, consagrándose con la conocida Enmienda Platt, Puerto Rico convertido en colonia hasta la actualidad, Haití en 1915 bajo el pretexto de imponer la paz después de largas confrontaciones entre bandos opuestos, Méjico, Panamá y Nicaragua todas ellas con pretextos diferentes.

A juicio de la historiadora Carmen Durán, en su articulo “Comentarios sobre el Contexto Internacional de la Historia Dominicana desde la Restauración hasta la muerte de Heureaux, refiriéndose a la política expansionista de Norteamérica sostiene.

“Aun cuando no aceptamos el determinismo geográfico como modificador de la historia, entendemos que por condiciones de ubicación estratégica, nuestro país representaba y representa hoy día uno de los focos de mayor interés para los Estados Unidos”.
Otro indicador, lo constituye el estallido de la Primera Guerra Mundial en julio de 1914, que colocó a los países tropicales en posición ventajosa; ya que las naciones en conflicto habían mermado su producción de azúcar de remolacha, viéndose en la necesidad de comprar a Santo Domingo y otras islas caribeñas azúcar a precios muy favorables.

Esta abundante producción azucarera generó la introducción de capitales extranjeros, sentando las bases de una abierta intervención. Con tales condiciones se produce la primera ocupación militar en Santo Domingo de 1916 al 1924.


SANTO DOMINGO EN EL UMBRAL DE LA INTERVENCIÓN


Resulta interesante saber que estaba sucediendo en Santo Domingo a principios del siglo XX.

La sociedad dominicana a principios de este siglo se caracterizó por una inestabilidad política, representada por gobiernos de muy corta duración.
Entre los màs destacados estan: el de Juan Isidro Jiménez por dos periodos, Alejandro Woss y Gil (1902 a 1903) con quien los norteamericanos inician negociaciones para el arrendamiento de la bahía de Samanà, Alfredo Victoria, Carlos Morales Languasco, Monseñor Adolfo A. Novel, José Bordas Valdez, Ramón Cáceres, Horacio Vásquez entre otros, son parte de la muestra.

Desde la muerte de Lilìs en 1899, más de una ventena de gobernantes pasaron por la presidencia, lo cual indicaba la gravedad y agudeza de la crisis institucional, los brotes revolucionarios incontrolables, fueron probablemente la manera más desenfadada de oposición y anarquía.


La sociedad dominicana de principios de siglo XX era en su mayoría rural, el sistema educativo no estaba organizado, la mayor parte de los hombres se dedicaban a la siembra; pues la agricultura era la principal actividad económica. La caña de azúcar constituía el producto de mayor exportación. (Ver fotografías de la época).

Las poblaciones eran profundamente creyentes, los niños varones se enrrolaban desde muy temprano a la vida militar, convirtiéndose muchas veces en famosos caciques, de ahi quizàs la herencia de una cultura autoritoria la cual se desarrolla y afianza durante casi todo el siglo XX. Sin embargo el pueblo dominicano de èste siglo no perdió nunca su alegría y jovialidad.

Una de las actividades recreativas más populares era el "juego de gallo"; de ahí los símbolos asumidos por los dos bandos que se disputaban el poder; los seguidores de Horacio Vásquez, los horacistas, representados con un gallo con cola (coludos) y los jimenistas por un gallo sin cola (bolos).

lunes, 2 de marzo de 2009

Gobierno de Ramòn Càceres


Merece especial atención el gobierno Ramón Cáceres por ser uno de los más extensos y por exhibir un manejo gubernamental que se esforzó por imprimir un sello de” modernidad “al descalabrado Estado.


Introdujo la ley de registro de títulos que pretendía poner fin a la desigual y confusa tenencia de la tierra. Dicha ley se hacia cada vez más necesaria para el desarrollo del capitalismo agrario, fundamentalmente en el sector azucarero.


Cáceres gobernó aproximadamente desde 1906 a 1911, el nuevo gobernante seguiría los pasos de sus antecesores, pero con mayor suerte. Este periodo ha sido calificado por los estudiosos de relativa calma, sin embargo medidas fatídicas fueron tomadas durante el mismo en desmedro de nuestra soberanía. Su mandato se caracterizó por una abrupta modificación a la constitución de 1886 hecha por el gobierno de Heureaux.


Refiriéndose al presidente Cáceres, Federico García Godoy, en su obra “El Derrumbe” lo define:

“… como extremadamente simpático. Surgió en un momento conflictivo, aureolado por la tragedia, y cayó en todo el vigor de su vida, en toda la plenitud del poder supremo, bañado en la púrpura de su propia sangre…”
[1]

Caracterizaron su mandato hostilidades y atropellos, tenía una personalidad muy particular, lo que impedía verlo como un gran gobernante.

Aprovechó su mandato para hacer la propuesta de extender el periodo presidencial a 6 años, así como la creación de un ejército fuerte personalizado por el propio presidente de la repùblica al que todos conocían como “la guardia de Mon”.

La firma de la Convención dominico americana el 8 de febrero y ratificada en julio de1907 puso la tapa al pomo.
Su objeto consistía en regularizar el pago de la deuda pública dominicana mediante el concurso de los Estado Unidos.
Esto provocó rechazo e indignación en la población por entender que la misma constituía un acto de entrega por parte del gobierno de Cáceres a los Estados Unidos. En una parte de su texto se expone lo siguiente:

…”.Por cuanto durante las condiciones de disturbios en la República Dominicana se han originado deudas y reclamaciones, creadas unas por gobiernos legales y otras por gobiernos revolucionarios, muchas de dudosa validez en todo o en parte, y montantes en total a más de $30,000.000 oro de valor nominal, por tanto, el presidente de los Estados Unidos nombrará un Receptor de las aduanas dominicanas que percibirá todos los derechos de aduana que se recauden en las distintas aduanas de la República Dominicana”…
[2]


Ramón Cáceres fue asesinado por un grupo de conjurados entre los que se encontraban Luís F. Vidal, Augusto Chotìn, Juan Herrera, entre otros, el 19 de noviembre de 1911. Sin embargo, paradójicamente, este hombre fuerte y despiadado murió con la convicción de que no tenía enemigos.

domingo, 1 de marzo de 2009

Apogeo de la Ocupaciòn Norteamericana

Fotos de los archivos del Dr. Bernardo Vega, S. Hazar y Enrique Deschamps









Medidas tomadas:

En medio de hostilidades, abusos y atropellos los militares norteamericanos lograron imponerse y desarticular los movimientos revolucionarios momentáneamente, y para someter a la población utilizaron un “instrumento legal”.
Las llamadas Órdenes Ejecutivas fueron dictámenes firmados por el contralmirante Knaap, representante del gobierno norteamericano dirigidos a todos los ciudadanos.

Las órdenes ejecutivas no se hicieron esperar, unas de carácter económicas, otras educativas, sociales y así sucesivamente.
La Orden 114 del 29 de diciembre de 1917 establecía la Ley orgánica de enseñaza pública , contenía la organización y dirección de la enseñanza pública. La ley general de estudio ,la de enseñanza universitaria y la ley sobre el Seminario Conciliar, éstas constituyeron el único código de educación de la República Dominicana.
Sin embargo, la educación superior no corrió igual suerte, ya que los planes de estudios de muchas carreras fueron mutilados en sus pensum y otras instituciones cerradas, como es el caso del Instituto de Señoritas Salomè Ureña.


Se inició un programa de obras públicas utilizando fondos provisionales del empréstito de 1907 y posteriormente obtuvieron recursos con nuevos empréstitos emitiéndose bonos por más de $ 2.500.000, con 8% de interés anual.
Si bien estas medidas mejoraban la calidad de vida de la población no menos cierto es que aumentaban el compromiso económico del país haciendo la deuda cada vez mayor siendo su ùnico deudor el pueblo dominicano. Luís F. Mejìa. (pag149 y 150) .


En 1922 fue inaugurada la carretera Juan Pablo Duarte, hoy día Autopista Duarte que comunicaría la región del Cibao con la ciudad de Santo Domingo, obra que junto a otras vías de acceso a la Capital habían estado en proyecto desde el gobierno de Cáceres.

La propiedad territorial que había sido comunera pasó a ser individual y regularizada con la Orden Ejecutiva 511 de 1920, que creaba el Tribunal de Tierra para todo lo concerniente a los registros de títulos.


Mediante la Orden Ejecutiva 168 se estableció la responsabilidad paterna en donde se le obligaba al padre a cumplir con sus responsabilidades de manutención de acuerdo con las necesidades del menor y de no hacerlo el Procurador Fiscal del Distrito Judicial correspondería una pena no menor de un año ni mayor de dos de prisión correccional, sin derecho apelación.


El 13 de octubre de 1919 fue creado un Consejo Nacional de Salud pública dirigido por un Secretario de Sanidad y Beneficiencia, con libertad de dictar reglamentos que luego eran aprobados por el Consejo para constituirse en el Código Sanitario.


Fueron organizadas campañas sanitarias para combatir, región por región, ciertas enfermedades endémicas, como la buba y la uciniarisis que atacaban fuertemente a la población campesina.